De Berlín a Heidelberg

El radiante sol iluminaba el cielo despejado de nubes en un expléndido día. "Un bonito día para llegar a Heidelberg" pensé. Había estado viajando en taxi durante un buen rato, desde Frankfurt, donde me había dejado en avión desde Berlín, ya que había dejado mi coche en Berlín.
Tras pagar al conductor bajé del taxi y pisé el suelo de graba con las maletas en la mano.

- Una bonita casa - susurré para mí misma mientras comenzaba a andar

camino de nuevo por el jardin, intentando enconrar una distraccion, pero de nuevo vio a la chica, hablando con una recien llegada, sin evitarlo camino hacia ella
-puedo ayudaros?-

la miro divertido-venga Alexa no te pongas asi, podrias darme una oportunidad no?- dijo pareciendo suplicante. pensaba que deveria ganarse primero su confianza-.Podriamos ir un dia a pasear o a tomar algo, te demostrare que no soy tan malo-la miro esperanzado, sin hacerse muchas ilusiones

"¿Se parece mucho a mí?" pensé, pero no le dí mayor importancia. Le respondí con una sonrisa.

- Tú guías - la dije

Había salido de mi hotel para recorrer las cercanías y mis pies me habían llevado, sin saberlo, hasta la academia. Bueno, quizás en el fondo no tubiera mejor sitio al que ir, así que no hizo nada por volver tras sus pasos. Frente a la puerta del gran edificio vió a dos chicas y creyó reconocer a una... "¿No es la que estaba con Alekséi en la habitación?" pensé

A lo lejos ví a un chico que nos observaba atentamente. Eso no me extrañó, ya me había pasado que multitud de chicos se me quedaran mirando por haberme visto en anuncios o revistas, pero este me inquietó.

- Oye, ¿conoces a aquel chico de allí? - le pregunté a la chica haciéndole un gesto con la cabeza, imperceptible desde la distancia donde estaba el chico

- Sí, nos está mirando - dije -. Y sí, puede ser, aunque yo no podría ayudarle mucho - le dije soltando una pequeña risa

- Mmmm... vale - accedí -. Si no tarda mucho, claro - la sonreí y miré al chico para que se diera cuenta de que le habíamos visto

Vi a la chica que no conocía, que me sonaba de algo, mirarme y a la otra saludarme. Supe que si me marchaba ahora levantaría sospechas así que me acerqué inventándome la primera escusa que se me ocurrió.

- Hola - dije -. Lo siento si te he molestado pero... esque me suenas de algo y no sé de qué - expliqué

Me quedé mirándole. Me gustaba gustar, cierto, pero no que me parase todo dios en la calle, y en Berlín me pasaba a menudo "Espero que aquí no sea así".

- Si bueno... quizás me hayas visto en alguna revista... - le dije

- Solo modelo, yo no diría famosa - dije quitándole importancia y para girarme hacia el chico

- Ummm... no... - dije, pero pensé que quizás ellas pudieran ayudarme con Alekséi, aunque no fuera conscientemente -...sé. Soy nuevo en la ciudad y no conozco a nadie - sonreí